...es el principio y el fin.

domingo, febrero 26, 2006

Vence siempre


Se trata de no dejarse menear por el viento, la marea, y girar los timones cuando se tuercen porque el agua, que ni responde ni tiene dueño, decide tocar las narices, y salir contracorriente. Por eso, disfrazados de ladrones, salimos a robarle la cartera al tiempo, para que pierda nuestra dirección y no venga de visita. Así, de peso (que ya es hora) guardamos en una urna de cristal (rompase en caso de natalgia) algún momento, que ya hace mucho que no archivamos ninguna cosa.

Y fijense, cosa curiosa, que cuando uno creía acostumbrarse a la presencia de Vacas Sagradas, Avatares de los Oscuros Dioses, Princesas de Papel, Trozos de Torimaki, Quejicas Fresas, Tunovios, Cantantes Melódicos y demás fauna pajarera y vestida de negro, llega el carnaval, y rizamos el rizo otro poco, aunque se apalanquen los culetes en lo de siempre, que, riediela, resulta que con gentes como esta, lo de siempre es como nunca.

Y hoy es domingo, y mientras Frésar se queja en su blog (que hoy tocaba), desprecintamos una baraja nueva, y haciendo trampa (no podía ser de otra manera) hacemos que la carta adivinada sea, abracadabra, el as de picas.

¡Vence siempre!

¿Qué carta era la vuestra?
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El Comité de Festejos les recuerda la cena del Viernes 3, no falten, las más distinguidas personalidades ya poseen su localidad.

miércoles, febrero 15, 2006


Y justo cuando empezamos cambiando los eslóganes, abrimos el librito aquel que un niño con rizos que quería ser mago se compró un domingo en la acera Recoletos (ciento cincuenta pesetas, de las de entonces), y encontramos el título de la segunda parte: La Magia del Pensamiento. Nos sorprendemos encontrando frases publicitarias que acabamos de abandonar, sonriendo sin saber si se nos ocurrió a nosotros, o de alguna manera, nos acordábamos de haberlo comprado en la acera Recoletos (¡ciento cincuenta piezas de oro de las de entonces!).

Ahora, espero, empezaremos a preguntar si en la sala hay algún telépata, y (esto se llama predicción), que nos salga un as de picas.

Y si alguien cree en la telekinesis...

... que me levante la mano.

viernes, febrero 10, 2006

Cambiando las preguntas


A lo mejor son los cambios, o el rumbo, o la isla nueva en la que planto la casita, y riego las maquetas. Igual que el cesto de la ropa sucia por escalas del dr. Venkman, se va dejando marchitar un cuaderno, hasta que se le caen las hojas. Sea como fuere, parece que en breve recuperamos el ritmo normal, y florecen palabrillas donde había huecos. El Parnaso resultó vecino del Paraíso, y el mar no estuvo nunca tan cerca, ahora que, el uno para el otro, aprendemos a hacernos flotadores.

A lo mejor es que los días, que salen más insulsos y menos boleriles dan para contar menos, ahora que duermo mucho y nunca se a qué hora. Al menos, se me ocurre un lugar para echar la siesta, y colgar, bondad graciosa, la chistera. Hemos descubierto que la cuerda de mechero también es mágica, y que las princesas, fijate, siguen siendo de papel.

Ya lo dijo Ray: ¡A por ella!

Y cambiando de pregunta, ¿hay algún telépata en la sala?

¡Comenzamos!