...es el principio y el fin.

viernes, agosto 24, 2007

Yavanna

Lo que son las cosas.

Y el azar.

Me la encontré por pura casualidad ayer tras comer en casa de mi madre. Sigue igual de preciosa que siempre, con todas esas curvas en el mismo sitio, pero ha cambiado mucho. Pasamos toda la tarde juntos y ha dormido en casa.

Resulta que ahora pasa de los boleros, y, como me ha pasado a mi, ha descubierto a Bob Dylan, y sólo le interesa el rock, el blues, el folk... dice que ya nada de tangos, ni de rumbas.

Me había olvidado por completo de como era tocarla, del ronroneo suave que gime cuando la acaricias despacio y por encima, estando ella tumbada, estando yo sentado.

Parece que la vida nos ha cambiado a ambos (hace ya unos cuantos años). Se llama Yavanna y es una coreana preciosa.

Tiene seis cuerdas.

De acero.

Lo que son las cosas.

Y el azar.

martes, agosto 21, 2007

Tangled up in magenta



Hay tanto que contar este verano que he decidido no hacerlo.

No podría soportar otra vez las emociones.

A mitad de sus asimilación y proceso, les dejo con el tito Bob. Esta canción (que me aclaró diversas cosas y me abrió una puerta) no se titularía así si el amigo Dylan la hubiese visto a ella con su vestido magenta.

Incapaz de olvidar a una princesa a la que (sospecho, imagino, temo) no volveré a ver nunca, y por la que casi me traiciono a mí mismo, pienso en ella escuchando una canción cuyo título ella me tradujo, dándome un significado que sólo podía hablar de ella. Pasarán años y ella, perfecta, preciosa e intocable, como son las princesas que sólo existen en los cuentos, se quedará congelada en mi memoria, testigo muda de lo que no me atreví a hacer.

A veces es mejor quedarnos soñando con las estrellas que haberlas tocado. Y quizá haberlas roto.

La canción.

Sin ella.

TANGLED UP IN BLUE
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Early one mornin' the sun was shinin',
I was layin' in bed
Wond'rin' if she'd changed at all
If her hair was still red.
Her folks they said our lives together
Sure was gonna be rough
They never did like Mama's homemade dress
Papa's bankbook wasn't big enough.
And I was standin' on the side of the road
Rain fallin' on my shoes
Heading out for the East Coast
Lord knows I've paid some dues gettin' through,
Tangled up in blue.

She was married when we first met
Soon to be divorced
I helped her out of a jam, I guess,
But I used a little too much force.
We drove that car as far as we could
Abandoned it out West
Split up on a dark sad night
Both agreeing it was best.
She turned around to look at me
As I was walkin' away
I heard her say over my shoulder,
"We'll meet again someday on the avenue,"
Tangled up in blue.

I had a job in the great north woods
Working as a cook for a spell
But I never did like it all that much
And one day the ax just fell.
So I drifted down to New Orleans
Where I happened to be employed
Workin' for a while on a fishin' boat
Right outside of Delacroix.
But all the while I was alone
The past was close behind,
I seen a lot of women
But she never escaped my mind, and I just grew
Tangled up in blue.

She was workin' in a topless place
And I stopped in for a beer,
I just kept lookin' at the side of her face
In the spotlight so clear.
And later on as the crowd thinned out
I's just about to do the same,
She was standing there in back of my chair
Said to me, "Don't I know your name?"
I muttered somethin' underneath my breath,
She studied the lines on my face.
I must admit I felt a little uneasy
When she bent down to tie the laces of my shoe,
Tangled up in blue.

She lit a burner on the stove and offered me a pipe
"I thought you'd never say hello," she said
"You look like the silent type."
Then she opened up a book of poems
And handed it to me
Written by an Italian poet
From the thirteenth century.
And every one of them words rang true
And glowed like burnin' coal
Pourin' off of every page
Like it was written in my soul from me to you,
Tangled up in blue.

I lived with them on Montague Street
In a basement down the stairs,
There was music in the cafes at night
And revolution in the air.
Then he started into dealing with slaves
And something inside of him died.
She had to sell everything she owned
And froze up inside.
And when finally the bottom fell out
I became withdrawn,
The only thing I knew how to do
Was to keep on keepin' on like a bird that flew,
Tangled up in blue.

So now I'm goin' back again,
I got to get to her somehow.
All the people we used to know
They're an illusion to me now.
Some are mathematicians
Some are carpenter's wives.
Don't know how it all got started,
I don't know what they're doin' with their lives.
But me, I'm still on the road
Headin' for another joint
We always did feel the same,
We just saw it from a different point of view,
Tangled up in blue.

lunes, agosto 20, 2007

Besos en el cuello (de botella)

Joder.

¿Por dónde empiezo?

Las emociones se atragantan, el cuello de botella es demasiado estrecho para pasarlo todo, así que beso ese cuello, otra vez.

Quizá deba ceñirme a esas dos frases que he repito duranto esos veinte, veintiún días... que las emociones no te esclaviza, sino que te liberan, y que llega un momento en que la forma externa ya no importa, y sólo existe la sensación.

He puesto de fondo a Bob Dylan, como muchos ratos de ese quizá mi último universo de bolsillo. Muchas cosas que decir, el tito Bob, y todas en el momento adecuado. Spanish is the loving tongue.

Fue todo rapidísimo.. acabé mi último día de Taller de Magia con mis Monstruos Favoritos (espectáculo de masas incluído, presentado por don Alejandro, un gigante de metro treinta que llevaba corbatilla y un repeinado materno ciertamente estupendo). Y huí. Por la noche, como los ladrones relléné dos mochilas con todo lo necesario para explorar universos paralelos, dormí fugaz y rápido (obviemos detalles morbosos al espectador sensible).

La primera parada la vieja Cartago, preciosa y escandalosamente húmeda como siempre. La bella Crix ya convive con Poncho y tienen un hijo/perro que se llama Gazpacho. El amor entre punkis es para siempre.

Después retorno a Murcia, donde, para mi sorpresa, instantes antes de coger el autobús un ser de metro sesenta escaso, camiseta de tirantes y pendientes me espeta "¿vas al campo de trabajo?". Así que charlando con Cristofer llegué a Puerto Lumbreras. Donde conocí a a los demás. Ignoro qué demontres mueve a gente de Francia, Italia, Alemania, Austria y Japón a venir a Esta España Una en verano a un pueblo perdido, a un albergue perdido en mitad del monte durante quince días a trabajar gratis.

Y como la forma externa no importa, sólo cito sensaciones: Matteu y Johan cantando por Elvis y una de amor en francés, Cristofer comiendo un plátano, una niña llorando de Toledo, una princesa
tangled up in magenta, dos cartas que se cruzaron en el recorrido, un hermano de bandada buitre, un marciano improvisando el mundo, una falta de sueño aunque soñara demasiado, el Mundo sobre una discoteca, una confesión involuntaria, una conejita de Playboy, un castillo con magos y princesas, un juego de Anthony Blake que nunca antes había hecho, luz de luna y estrellas fugaces, unos astrónomos que ocultaban una mesa de warhammer en su observatorio, un distanciómetro láser, muchos colore... permitanme dejar casi todo lo demás en el tintero.

Tras el campo, me fui a Granada.

Y esa (silencio), ya es la otra historia.

Besos en el cuello (de botella).

viernes, agosto 17, 2007

Valladolid - Madrid Villa y Corte - Cartago - Reino de Murcia - Reino de Granada

Que ya llego.

Este año la crónica del periplo es apasionante.

Mañana les cuento.