...es el principio y el fin.

lunes, agosto 31, 2009

El burlador en Sevilla


Una etiqueta nueva.

Para el blog.

De lo que vaya pasando.

Les dejo con Lorca.

Nos vemos el día 21, al amanecer. En una alcoba o en un descampado.

Sevilla es una torre
llena de arqueros finos.

Sevilla para herir.
Córdoba para morir.

Una ciudad que acecha
largos ritmos,
y los enrosca
como laberintos.
Como tallos de parra
encendidos.

¡Sevilla para herir!

Bajo el arco del cielo,
sobre su llano limpio,
dispara la constante
saeta de su río.

¡Córdoba para morir!

Y loca de horizonte,
mezcla en su vino
lo amargo de Don Juan
y lo perfecto de Dioniso.

Sevilla para herir.
¡Siempre Sevilla para herir!

Ban Pen Fugyo

Diez mil cambios.

Ninguna sorpresa.

De ciudad. De nombre. De gente. De lugar. De ropa. De estilos. De combate. De pintura. De amigos. De ley. De enemigos. De heridas. De corazón. De rincón. De hambre y de sed. De arma. De armadura. De voz. De dirección. De figuras. De casa. De hogar. De duelo. De amantes. De caramelos. De flor. De vaca. De hermanos. De ciclo y de espiral.

Diez mil cambios.

Ninguna sorpresa.