Como hijos de un dios menor, piensan, recuerdan, buscan, no encuentran, recuerdan otra vez, ríen y lloran en una amplia escala de tiempos verbales.
Mutilados en el corazón y la memoria, se confunden, se miran, se cambian, se equivocan. Es complicado mirarse a los ojos desde cubiertas que son de barcos diferentes. Compleja y peligrosa, la marea tras la última tempestad revuelve banderas y enturbia brújulas que marcan, a ratos, rumbos que ya no le corresponden.
Los dioses pequeños no lo pueden todo, y en su defectuosa y escandalosa humanidad, yerran.
Disparando flechas a dianas que no existen.
Y dejando de hacerlo cuando uno de ellos entiende, dolido, que no quedan flechas.
O que quizá nunca las hubo.
No llora, pero dejando a un lado el arco, camina.
Triste y callado. Y triste.
Como el hijo de un dios menor.
Mutilados en el corazón y la memoria, se confunden, se miran, se cambian, se equivocan. Es complicado mirarse a los ojos desde cubiertas que son de barcos diferentes. Compleja y peligrosa, la marea tras la última tempestad revuelve banderas y enturbia brújulas que marcan, a ratos, rumbos que ya no le corresponden.
Los dioses pequeños no lo pueden todo, y en su defectuosa y escandalosa humanidad, yerran.
Disparando flechas a dianas que no existen.
Y dejando de hacerlo cuando uno de ellos entiende, dolido, que no quedan flechas.
O que quizá nunca las hubo.
No llora, pero dejando a un lado el arco, camina.
Triste y callado. Y triste.
Como el hijo de un dios menor.
5 comentarios:
Que poético te ha quedado, sobre todo el final. Me ha gustado :)
Pues a mí no me ha gustado. A mí me ha dolido, sentir más fuerte que nunca, que te he perdido.
Sentimientos a voces
L.R.B.V.
Pero no me sorprende.
Un beso, mi B.V.
Y siete más.
...creo que sé a quién se la dedicas...
Hey, bienvenido al calabazar.
A veces pasa, pero las mujeres son como los Doritos...
y no voy a terminar la frase para que les joda a las feministas, jejeje
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