Escribo, la mayor parte de las veces, para no olvidar.
O mejor dicho: para acordarme pasado el tiempo. No es lo mismo, es un matiz.
Una nota de melancólica tristeza.
Llovía muchísimo, con esa mala uva de los días que necesitas despejados y cualquier gota muerde sin permiso. Y nos mojamos. Todos. Vivir con agua en los zapatos es horroroso cuando los necesitas secos. La lluvia golpeaba el suelo, la gente, las paredes. Los formularios. Todo el mundo tenía prisa y nadie escuchaba.
Nadie escuchaba.
Pero sonaba algo.
Allí, a lo lejos, un violín resguardado de la tormenta derramaba un poquito de alegría a los mojados captadores de la calle Toro, en Salamanca.
Él no era de allí. Lo delataba un acento que no pude localizar el rato breve en que hablé con él, cuando me sonrió, cuando me miró. Aunque sonreía siempre. Con la boca, no con los ojos, pero sonreía. Con una nota de melancólica tristeza. Con un humor sacado de algo que nosotros no teníamos sonó, tocó, Cantando Bajo la Lluvia. Esa fue la primera canción que escuché aquella tarde. Pero no la última.
Con dulce precisión (y un perro) decoró una calle llena de gente con demasiada prisa, empapada en el suelo, la gente y las paredes. De color, no oscuro, pero sí desaturado, pegajosa y lenta como corresponde a un día de mierda. Sonaba, perfecto y virtuoso, un violín que, aunque nos alegró, marcaba las partituras con una nota de melancólica tristeza.
Y todos estuvimos escuchando. Incluso los que tenían prisa. Aunque no quisieran admitirlo.
Recuerdo decirle a Celia (la jefa más sexy del mundo) allí, bajo la lluvia, que le preguntaría de dónde era.
Maldita sea.
No lo hice. Una de esas cosas sencillas de las que te arrepientes por no haberlas acometido.
Me arrepiento ahora.
Con una nota de melancólica tristeza.
4 comentarios:
vuelvo a leerte...y como siempre, me gusta lo que escribes!
los días malos son necesarios, a veces, sirven para que valoremos más aquellos que son buenos...o al menos eso pienso yo.
sonreir con los ojos...ya no me acordaba de esa expresión que me encanta!
besos Mar-cos y no dejes de recordar :)
ese momento parece una secuencia, o una instantanea, un concierto improvisado, un regalo...
una bicicleta??
algo desconcertada con tu comentario...
saludos afectuosos
A veces las calles llenas de artistas... cines y teatros, vacíos.
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