No te vayas llorando, que el destino
brillará cuando mires con los ojos:
las lágrimas de amor son trampantojos
que vuelven barro el polvo del camino.
Llorando, no, porque hay que ver al sino,
recetar al futuro el dulce arrojo
que me enseñaste a mí entre los rastrojos,
mi pequeña gigante entre molinos.
Volverás sonriendo cuando tenga
herido el cuerpo, el alma dislocada,
enfermo el sueño, fiebre en la sonrisa.
Serás nuestra terapia cuando vengas
y recordemos (sin llorar ya nada)
el bálsamo en las lágrimas de Isa.
Semblanza
- Max Verdié
- Aprendiz y profesor de lucha y esgrima japonesas. Trabajo subido a un escenario diciendo cosas que no son posibles. Leo antes de dormir.
domingo, abril 22, 2012
jueves, abril 05, 2012
Ya me rindo
Ya me rindo por fin: manos arriba,
me dices con palabras sin sonido.
Ya me rindo por fin: estoy rendido
esperando si escribe quien me escriba.
Ya me rindo otra vez, alguien me chiva
que me llegan mensajes recibidos.
Me apresuro a leerlos y cautivo
respondo una respuesta a tu misiva.
Que sí, que me rindo, que me has metido
los dedos en la llaga del curioso:
seguiré con fervor la expectativa.
¿Me toca responder a mí, rendido?
Con un soneto paga este moroso:
Ya me rindo por fin: ¡manos arriba!
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