Es un truco.
Consiste en hacer creer al espectador que la moneda que él te ha entregado es falsa.
Por alguna extraña analogía, cuyo origen me es ajeno, se llama también así a la técnica de fingir que no recuerdas el nombre de una chica que te han presentado ese día. De eficacia probada, si no se abusa.
Grandes expertos la emplearon antes que yo.
¿Dónde puede aprenderse más?
En los apuntes.
En el libro de las tres eses. Shinobi Sensual Secrets.
Ayer vi a Fanto. Hacía ya más de dos años. Mi mentor en el arte del amor ahora vive en Madrid (si es que allí se puede vivir), lleva barba y entra a las pijas. Practica Judo en lugar de Nin Jutsu y sale con camisa.
Pero poco más ha cambiado.
Lo mejor de reencontrarse con con viejos amigos es la maravillosa sensación de que algo ha vuelto a casa.
De que todo está bien.
De que habrá otra copa en otro lugar.
Y de que seguimos estupendos.
¿Más pruebas? Septiembre. Madrid.
Lovin´ Ryu.
Guarden a sus hijas, que llegamos.
1 comentario:
Madrid, Madrid, Madrid... O te llevas un sombrero a lo Gueño o una gorra chulapa... pero sin foto no vuelvas. ;)
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