...es el principio y el fin.

domingo, enero 31, 2010

Demasiado eco


Como un hombre lobo prisionero de una maldición gitana, cambiando el gazpacho licantrópico por uno de misántropo, me excuso en un leve dolor de cabeza para apostarme, puerta cerrada, bajo la comodidad del búnker de mis mantas. Protegido del frío que me ha seguido 596 kilómetros hasta un lugar donde a menudo encuentro, solamente, eco.

Demasiado eco.

Mala idea la soledad acorazada, en la oscuridad de mi cuarto un sábado cualquiera, en una noche cualquiera de un mes de enero en el que vi llover, y jamás desde la ventana. Dejando, inconsciente de mí, que el spotify me agriete la velada con recuerdos de cuando la razón de las canciones era a la inversa.


Y el insesperado mensaje del mejor de los amigos que puedo imaginar me hace recordar que el hogar, hermano, es donde cuelgas el sombrero.

Y no el chaleco.

A su salud.

Aturdido y abrumado, por la duda de los celos
se ve triste en la cantina a un borracho ya sin fe
con los nervios destrozados y llorando sin remedio
como un loco atormentado por la ingrata que se fue.

Se ve siempre acompañado del mejor de los amigos
que le acompaña y le dice ya esta bueno de licor,
nada remedia con llanto, nada remedia con vino
al contrario, la recuerda mucho mas tu corazón.

Una noche como un loco, mordió la copa de vino
y le hizo un cortante filo, que su boca destrozo
y la sangre que brotaba, confundiose con el vino
y en la cantina este grito a todos estremeció.

No se apure compañero si me destrozo la boca
no se apure que es que quiero con el filo de esta copa
borrar la huella de un beso, traicionero que me dio.

Mozo, sírveme, la copa rota
sírveme que me destroza, esta fiebre de obsesión.
Mozo, sírvame, la copa rota
quiero sangrar gota a gota, el veneno de su amor.
__________________
La canción, de José Feliciano, podréis aprender a tocarla en el enlace al final de la misma, que os llevará veloz a LaCuerda.net. La imagen se la robé a Mónica.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de leer esto, es más que evidente la respuesta a la pregunta que te hice ayer.
Y que no quisiste contestar. Al menos no directamente.
Muac.

Max Verdié dijo...

¿Qué pregunta?

Y lo que es más:

¿Qué respuesta?

Muac.

La Urori dijo...

Max Verdié pudo con Marcos aquellos días...y es por todos conocido que Max nunca ha sido un caballero paciente.

Me gusta cuando escribes siendo Marcos.

(Me debes sesión de cine en V.O., que me han dicho que haces "daño" enseñando artes marciales,jajajaja)

1Beso.

Max Verdié dijo...

Poco mahconosío pa desí que Marcoh e pasiente.

Ea.

Urori.

Muu dijo...

No te cortes con la copa de vino cerca de Sanguinius que se puede tramar una gorda...

Un aburazo :) Se te echa de menos...