Mi náyade de rizos por el norte es mi musa oficial, mi salvavidas, es mi patria con mar, dulce guarida de quien llora escondido por deporte. Mi faro de neón, mis mil destinos, pretérita perfecta, mi pasado, futuro de mis versos, mi calzado de andar cuando me escuecen los caminos. El aire de mi luz, y mi balanza, Dulcinea de un Marcos Sancho Panza que buscando, en tu Toboso inventa el refugio si hay aire que me corta. Mi ángel de la guarda, ¿no te importa curarme con palabras la tormenta? |
Semblanza

- Max Verdié
- Aprendiz y profesor de lucha y esgrima japonesas. Trabajo subido a un escenario diciendo cosas que no son posibles. Leo antes de dormir.
miércoles, marzo 23, 2005
Para mi ángel de la guarda
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Cool blog, interesting information... Keep it UP » » »
Me alegro de ver que todavia hay personas que plasman sentimientos con poemas. Éste en concreto me ha parecido interesante, me he dejado llevar hasta el final, para percatarme después de que era un soneto.
Buen poema, sí señor.
Un saludo.
Publicar un comentario