...es el principio y el fin.

miércoles, junio 28, 2006

Shinobi no Koga

He estado de viaje por Koga, una extraña zona del Japón en que los hábiles sobreviven contando historias y los ninjas escalan cañerías, pero emplean sólo un dedo. A veces, no hay nada como irse para apreciar de verdad lo que tienes en casa, salirse a un andén de otra estación, o a una cuneta, para ver el camino con algo más de perspectiva.

Sin siquiera cambiarnos las botas ni quitarnos el tétanos contraído por armas oxidadas, regresamos de Koga a Iga para seguir con lo nuestro, a una fiesta de despedida, en la que, imagino que les pasa a pocos, nos enseñaron a matar un poco más.

Perfecto aperitivo para no olvidarse de un amigo nuestro que dura veinticuatro horas y acecha en el pinar y a la vuelta de la esquina.

¡SUMI MASSEN, SENSEI VACA, SENSEI FRESA!

sábado, junio 10, 2006

Muerte al pérfido Mu

Que se trata, en fin, de decorar la ilusiones con un cristal de color adecuado, ¿no? Un señor que se llamaba Wunt y que también quería entender la cabeza del resto de señores, pensaba que lo que existe y cómo lo percibimos son en realidad mundos diferentes. Y que todo al final, como dice un bolero, depende del cristal con que se mira.

Y hoy, que, cosa rara en la última temporada un examen no-mágico me sale estupendo y fermoso, los bastardos con lo que suelo emborracharme reculan a sus torres de marfil particular. Unos se quedan viendo pelis de los 80 (¿Quiere usted volver a los 80?) mientras me abandonan, otros, que habitan el torimaki se van a casa por sospechada causa, y las frutas tienen planes alternativos. La bella Ella marujea con una amiga y el gaitero habita en el lugar donde los magos se examinan (no, no, no he estado en Howarts).

Mu, perro rastrero, reinventa el mundo y me deja huérfano de cubatas. Morirá.

Ah, y que he reingresado en el círculo.

miércoles, junio 07, 2006

Volver a los 80

+ Quiero que los veranos duren para siempre, y vivir con Edu asombrosas aventuras en la piscina.

+ Quiero pintar miniaturas y hacer maquetas de fantasía, y acumular cientos de ellas sin pintar, sólo por capricho.

+ Quiero que la comida brote por arte de magia de la mesa de la cocina todos los días, domingos sobre todo.

+ Quiero creer que el Pressing Catch es REAL y que es el máximo nivel dentro de las artes de combate.

+ Quiero jugar al rol en inacabables tarde de fin de semana, y llegar más tarde a casa que mis compañeros del cole que salían por el cuadro.

+ Quiero ignorar la existencia de algo llamado Gotonpo.

+ Quiero volver a considerar que los Caballeros del Zodíaco son gente tan tangible como mi propio padre.

+ Quiero que 300 pesetas duren dos semanas.

+ Quiero que mis ídolos lleven pelo en el pecho y el pantalón apretao. Y que se llamen Maiquel Nait.

+ Quiero un mundo aparte en el que sólo hay justicia y un Perfecto Estilo de Vida Americano, defendido por el comando GiJOE, He-Man y los Masters del Universo, Bud Spencer y Terence Hill. Y quiero ignorar que Skeletor OBVIAMENTE mola más que He-Man.

+ Quiero no entender a las chicas. Y que no me importe.

+ Quiero que los viernes sea el día del pastelito después de salir de Judo.

+ Quiero que los Mortadelos sean todos diferentes.

+ Y por favor: ¡Sólo realiz negro y regaliz rojo! Eugenesia caramelo, ¡Ya!

¡QUIERO VOLVER A LOS OCHENTA!

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PD.: Y vivir feliz ignorando los gotonpos...

jueves, junio 01, 2006

Makoto (deuda de honor)

Demasiado a menudo me dejo arrastrar por la lírica o por la musa, y me cuesta hablar sin decorar o edulcorar las palabras. Los ratos que escucho al tal Sabina se me notan demasiado porque de rebote aparece en el blog algún soneto, deudor de ambas princesas: la de Joaquín y la de papel.

Sin embargo, hoy me apetece hacer más como el primo , que se engalana menos la lengua, y nos cuenta lo que le marea, y con más frecuencia de la sana, nos piropea.

Dejando de un lado los exámenes, que prometo a la bella que no me agobiarán, los ripios malabares y las cartas con truco de leer la mente, hoy me ha encantado el entrenamiento.

Ya se que nunca lo pongo aquí, y más de una persona, o vaca, se sorprenderá de verlo, pero sí, resulta que entreno, con varios de los enlazados, un arte marcial, en el que además de darnos golpes, nos enseñan disciplina y algo de humildad, a martillazos en el caso de los que somos vagos y vanidosos. Valores que son casi lo de menos. Me alegro, de todo corazón, de haber encontrado una familia que me levanta cuando tropiezo, durante el camino (ciclo, lo llaman algunos, que son shihanes), demostrandome día a día la pena que merecen ciertos sacrificios. Hoy, entre sudores y patadas, se me ha ocurrido una frase que algunos entenderán y que otros no, pero que necesito decirla en voz alta (esto es parte del San Mitsu):

Quiero que todos mis kimonos sean de color negro.

Y que lo que he sentido hoy entrenando, no se me olvide nunca

¡Shikin Haramitsu Daikomio
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(Señores, quedan 44 días para el botonpo).