...es el principio y el fin.

jueves, agosto 03, 2006

A vista de pájaro

A efectos de juego*, hoy es mi día después del campo de trabajo.

Hoy, marea de ocasiones, me llega la resaca de gente, y de ruido, y de nocturnidad y alevosía. Hoy ya no me puedo bajar al césped a conversar con amigos/desconocidos, no me puedo confesar con Jose dónde me escuece el corazón, ni contarle a Luci por qué hueco no sonrío, o decirle a Carlos (espejito mágico), coloreado de consejo, que tampoco espere tanto, y esperar a que el zagal salte de la litera para levantarme. No evalúo qué ha pasado con el día y me pierdo en una extraña ausencia de horarios que no es buena para mi cabeza, ni para el que late.

Sabina suena menos a través del cable del empetrés, el mundo está extrañamente turbio, y sólido, bajo mis pies, y el universo ya no me cabe en un albergue. A vista de pájaro todo es más bello cuando no es necesario pisar la realidad. El cosmos de bolsillo de Cañete ya es historia, y como todas las historias (sobre todo, claro, las que llevan magia en dobladillos), ya no puede desaparecer, porque es, como todas las historias, inmortal, y como todas las historias que parten de donde duele, no puede olvidarse nunca.

Como el polvo enamorado de Quevedo, se apaga poco a poco el fuelle del latido y la nostalgia, mientras la ribera del río de la normalidad comienza a anidar el cauce habitual, el conocido, el de siempre y el del resto de la vida.

Un ciclo corto e intensísimo en el espacio entre los ciclos, intersticio de vidas paralelas, que, espirales a parte, ya no serán nunca las de siempre.

Hoy, resaca de gente.

Mañana... Dios dirá.

¿Evaluamos?

* a efectos de juego... Beli, va siendo hora de que empieces a jugar al rol, ¿no crees? Un beso, pero con Fuerza.
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La imagen es un astrolabio. Lo usan los piratas, cuando se pierden.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

te has perdido?

Anónimo dijo...

Pequeño principito de rizos color carbón...
El sueño acabó, se quedó allí, descansando bajo los pies del castillo. Piensa que valió la pena y no te dejes aturdir por el gentío.
Yo sufro un poco cada día, x tu ausencia, x la mía, x la de mi angel que ya apenas guarda mi aliento.
Algun dia te contaré lo que sucede, mientras esperaré a que se disipen las cabezas y los sentimientos.