Curiosa semana de reencuentros, cuando, a velocidad de crucero, me encuentro unos pendientes imaginarios vibrando en el mismo plano en el que andaba yo el sábado por la mañana. Los describí, tiempo atrás y de memoria, en un relato que no existe, creo que me sorprende demasiado, extrañamente similares a los que compré y dejaron de ser mío a las pocas horas (tenían un destino que no era yo).
Me vuelve a dar por repasar relojes, en los que el tiempo pasa a trozos y nunca por igual cada minuto. Me atrevo a enumerar, y ya me salen otras 202 cosas que hacer en gravedad cero. Me llegan libros de esos en los que salen barcos hundidos, mapas antiguos, y señores de negro que dan patadas.
Pero suena Melendi en la radio, y está bastante claro: nadie hace boleros como los de antes.
Me vuelve a dar por repasar relojes, en los que el tiempo pasa a trozos y nunca por igual cada minuto. Me atrevo a enumerar, y ya me salen otras 202 cosas que hacer en gravedad cero. Me llegan libros de esos en los que salen barcos hundidos, mapas antiguos, y señores de negro que dan patadas.
Pero suena Melendi en la radio, y está bastante claro: nadie hace boleros como los de antes.
3 comentarios:
http://www.irreverendos.com/?cat=37
me uno al señor del chocolate q mas me pone y digo que ya no se hacen boleros como los de antes, como tantas otras cosas...
Sabes lo unico que sigue siendo como antes, la amistad, el amor, el odio.
Aqui tienes un amigo de los de antes, de los de ahora, de los de siempre.
Un abrazo mago y no te comas tanto el coco..
Es que Melendi tiene que ser deportado ya.
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