...es el principio y el fin.

martes, mayo 24, 2005

Soñé con ella

Estaba cenando con ella, me temo que nos enfadamos, muchas veces las palabras duelen y hacen heridas a traición por donde nos nos esperamos. Aunque tengo que reconocer que estaba preciosa. Salimos del bar sin hablarnos, y sin mirar a la gente, esquivando sus miradas, las nuestras y las gemelas de las nuestras en los espejos. No había nadie con quien hablarlo, ni demás comensales, ni ella, ni yo, ni nosotros mismos.

Aunque tengo que reconocer que estaba preciosa.

A la salida no hubo cruce de palabras, pero yo nunca he sido demasiado paciente. Ella estaba un paso por delante, con las manos fuera de los bolsillos, bastante vacías, bastante huecas, así que tuve que pecar, y en delito, cogerselas con las mías. Ella las apretó, nunca lo había sentido tan nítido, tan claro, tan cristalino. En un gesto simultáneo que nunca habíamos ensayado, aunque ha rebotado mil veces en mi cabeza la abrazé, desde atrás, rumbo a su cuerpo, mi pecho contra su espalda, besandole la nuca, y quizá el cuello aunque no lo recuerdo. Ella siempre huele bien, y a veces mataría porque el mundo oliese siempre a ella, o porque el trozo de tela que dejó abandonado no se hubiese olvidado de ella tan rápido y me dejase recordarla, un pedazo pequeño de ese olor que no me cansa nunca.

El resto está un poco confuso, sonó un teléfono y me despertó.

Resulta que era sólo el sueño de una siesta y que nunca había ocurrido. Me dolió un poco darme cuenta de eso, y traté de llamarla, pero no estaba. Se había ido, la realidad se impuso con un mazazo por dentro y dejñe de pronto de verla. No había sido más que mi imaginación jugando con ella-

Aunque... tengo que reconocer que estaba preciosa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se ke ultimamente ando un poco perdida en nuestras conversaciones y te hago menos caso del ke mereces pero tengo la sensación de estar muy ocupada, de tener un montón de cosas para hacer, muchos líos en los que me he metido para al final no llegar a absolutamente nada. Dejándolo todo a medias y mediocremente. Quedando fatal con los que me rodean y sacando esa sonrisa que pide perdón con cada uno de mis dientes.
Y no hay ortodoncia que valga

Un beso piruletero,

Anónimo dijo...

Sin teléfonos que interrumpan sueños, sin sueños que interrumpan noches, con las manos y los besos, ¿quieres que cenemos?

Un beso

Anónimo dijo...

Fue un sueño especial, quién sabe, si ella, en algún momento también tuvo esa especie de sueño, y conectastéis ambos en él. En algún momento, en alguna realidad onírica.

besos