...es el principio y el fin.

jueves, junio 01, 2006

Makoto (deuda de honor)

Demasiado a menudo me dejo arrastrar por la lírica o por la musa, y me cuesta hablar sin decorar o edulcorar las palabras. Los ratos que escucho al tal Sabina se me notan demasiado porque de rebote aparece en el blog algún soneto, deudor de ambas princesas: la de Joaquín y la de papel.

Sin embargo, hoy me apetece hacer más como el primo , que se engalana menos la lengua, y nos cuenta lo que le marea, y con más frecuencia de la sana, nos piropea.

Dejando de un lado los exámenes, que prometo a la bella que no me agobiarán, los ripios malabares y las cartas con truco de leer la mente, hoy me ha encantado el entrenamiento.

Ya se que nunca lo pongo aquí, y más de una persona, o vaca, se sorprenderá de verlo, pero sí, resulta que entreno, con varios de los enlazados, un arte marcial, en el que además de darnos golpes, nos enseñan disciplina y algo de humildad, a martillazos en el caso de los que somos vagos y vanidosos. Valores que son casi lo de menos. Me alegro, de todo corazón, de haber encontrado una familia que me levanta cuando tropiezo, durante el camino (ciclo, lo llaman algunos, que son shihanes), demostrandome día a día la pena que merecen ciertos sacrificios. Hoy, entre sudores y patadas, se me ha ocurrido una frase que algunos entenderán y que otros no, pero que necesito decirla en voz alta (esto es parte del San Mitsu):

Quiero que todos mis kimonos sean de color negro.

Y que lo que he sentido hoy entrenando, no se me olvide nunca

¡Shikin Haramitsu Daikomio
__________________________

(Señores, quedan 44 días para el botonpo).

8 comentarios:

Diego dijo...

Pues si, el primo no está católico con las musas y no se le ocurren juegos de palabras, más bien se le ocurren castigos con palabras.
Fin de un ciclo, guapo de rizos, volvemos a hacer balance.
Y si, yo también quiero que mis Kimonos sean todos negros.
Por la familia.
Las cosas no funcionan en Kokulandia, pero todo se arregla con unos entrenamientos, y unas conversaciones.
Un besito.

Elendaewen dijo...

Nunca quise kimonos ni cinturones, entrenaba para saber defenderme =) Full-contact, y la unica chica en el grupo.
Y si señor, muchas patadas y buenas manos a tu lado.
Saludos.

gaitero en el exilio dijo...

mi arte marcial es la palabra, mi muralla los pentagramas, y mi busqueda del zen criar pajaros... sera que soy muy vago o miedica...
un abrazo sensei de los blogs y mago a tiempo parcial
un abrazo

pinklady dijo...

que lindas palabras ricitos..yo, aunque estuve poco tiempo, también senti la humildad y las sabias enseñanzas de cada uno de los entrenamientos, aunque tengo claro que lo más valioso que encontre allí fue a todos vosotros..os quiero un chingo mis ninjas!!
pam

Anónimo dijo...

Y asi, a lo tonto... supongo que sabes lo mucho que te debo, por aquella tarde en el kebap y aquella camiseta negra con dibujos amarillos raros...

Un abrazo!

Diego dijo...

Sí, conocemos con un grado de fiabilidad del 90% el nombre del nuevo instructor de Budokanland.
Con un margen de error del 100%.
Pero César es César...

Coral dijo...

Pues que manden pintar toodos los kimonos del mundo de colours black.

:P

Felicidades Max y siga así con ese estado de ánimo favorable.

Un Saludo

Coral dijo...
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