...es el principio y el fin.

martes, febrero 05, 2008

Un niño loco vestido de negro

Eran otros tiempos.

Los tebeos que leíamos eran de la década anterior, o más atrás, y normalmente prestados por un primo mayor que ya no los quería. Las historias estaban mezcladas e incompletas, las traducciones eran absurdas y los nombres de los personajes incluso variaban de número en número. Así eran los superhéroes en los ochenta.

Vale, vale. Era el final de los ochenta, pero eran los ochenta.

Había algo extrañamente mágico, algo poderoso en aquellos señores con poderes vestidos en estrechísimos trajes. Algo que hacía comprensible que se vistiesen de licra, que volasen y que lanzasen rayos. Tenía yo, antes de entender el Multiverso, la idea curioso de que en algún lugar, en algún momento, todo eso estaba ocurriendo. De verdad. Algunas veces, incluso, al salir del colegio miraba hacia arriba, con la esperanza de ver al doctor Octopus peleando con Spiderman, ignorante de que Manhattan estaba demasiado lejos, y que el fragmento de posibilidad que separaba el mundo de Peter Perker del mío era demasiado improbable.

Luego llegaron las series regulares, historias hiladas unas detrás de otras y la dolorosa realidad de que algunos héroes no vivían en los mismos universos. Nunca sabríamos (¡aunque yo SÍ lo sabía!) quién ganaría si se pegaban Superman y El Artista Antes Conocido Como La Masa, o Batman y el Capitán Estados Unidos. Años más tarde todo eso se solucionaría. Y con el tiempo y la edad, comencé a fijarme en un señor que antes nos había pasado casi desapercibido. Confieso que una película tuvo mucho que ver, y la cantidad de juguetitos que de él vendieron. Era un niño, casi como nosotros, que, afectadísimo tras el asesinato de sus padres y decide convertirse en un soberbio atleta, un experto criminólogo y vestirse de cuero negro y sólo salir por las noches a defender la justicia y evitar el crimen.

Me costó varios años entender que Batman estaba tan loco como los criminales a los que perseguía. Gente que desde el punto de vista del niño en su República Feliz eran malos porque mataban gente y estaban desfigurados y estaban obsesionados por cargarse al niño loco vestido de murciélago, ya mayor.

Por supuesto, llegaron otros. Unos tíos de pelos raros que buscaban bolas de dragón por el mundo apartaron a los de las capas y la licra durante dos o tres años. Pero los buenos villanos siempre vuelven. Y cuando volvieron, el mundo, o quizá mi visión de él ya no era la misma.

Batman, el niño loco vestido de negro ahora era exactamente eso, un adulto frustrado incapaz de superar un brutal asesinato, y había una extraña lógica detrás de lo que los tíos desfigurados hacía al matar gente, atracar bancos o, esquivando el Comics Code, violando a jóvenes ayudantes. En el mundo real había gente que mataba y no era malvada, y gente que debería defender la justicia que sí lo era. ¿Por qué no iba a ser así en el mundo del niño loco vestido de negro?

Hoy sigo sin poder vivir sin ellos. Por eso, aunque ya no salgo del colegio, a veces miro hacia arriba por las noches, y nunca busco estrellas.

Siempre espero ver una sombra fugitiva en la esquina de alguna azotea, para que me recuerde que a un fragmento de posibilidad de aquí, a una leve distancia vibratoria, en algún punto del multiverso, Batman sigue persiguiendo al Joker.

Pero el Joker se escapa, y siempre vuelve.

Los buenos villanos siempre vuelven.

10 comentarios:

Ana dijo...

Exactamente eso hiciste el sábado: esperar ver aparecer a Batman
:P

gaitero en el exilio dijo...

por mucho que te disfraces, tu corazon te delata, nunca podras ser un villano...

saludos, por cierto ayer vi al señor Pablo alias el rabino....

que tiempos, ¿recuerdas?

Beliagal dijo...

¿Quién está más loco... el hombre que se viste de murciélago o el que se viste de millonario?

¿Quién se esconde detrás de la máscara?

Elendaewen dijo...

Tienes que leer "Fábulas en el exilio", de Bill Willingham. También "Alias", de Brian Michael Bendis.
Sobre todo el segundo, verás cuántos superhéroes se pueden reunir. ¡Oh! Y "La cosa del pantano", guionizado por Alan Moore (o Morrison, ahora no estoy segura de la saga...) Aparece el niño loco de las mayas negras...

Saludos.

Anónimo dijo...

Obviamente, ya he leído todo eso... pero muchas gracias.

Alan Moore: Prometea y Top Ten.

Rous dijo...

Un niño mono que leía Garibolo ^^
Quiero esa foto, que la perdí xD

Anónimo dijo...

Diez amigos comían sin mesura
frente ala Alhambra en unlugar bonito
Se notaban el queso y el cabrito
bajando desde el plato a la cintura

Tras las copas y alguna confitura,
me levanté, saciado el apetito,
y fui al baño diciendo -Yo os invito,
ahí va mi VISA y venga esa factura.

Al volver, me espantó la dolorosa:
aquello 900 más el IVA
no era una cuenta, ¡era una lavativa!

Me subieron la fiebre y la glucosa
y antes de ver q todo era una broma
grité: Esto no es un bar Esto es Sodoma!!

(Mis amigos reían, los muy cabrones.
Sus chistes, deberían llevar condones).


Granada 2004 B. Prado y J. Sabina

Y me pinto el pelo con rotulador dijo...

Soy feliz!

Viviré con el Joker!

Dormiré en el cuarto de al lado, en mi habitación de princesa...

Espero que conmigo no use el confeti envenenado!

:)

Cara linda!

Pablo Rodríguez Burón dijo...

habemus libro!
un abrazo

Anónimo dijo...

http://es.youtube.com/watch?v=oDw4eeDfVKs