...es el principio y el fin.

lunes, septiembre 29, 2008


Círculos.

Círculos.

Círculos, para el ojo poco observador.

Comienzan en el punto en que terminan, siempre iguales. Siempre diferentes. Yugen: desenfocados. Imprecisos, pero tremendamente detallados.

Visto de frente, el ciclo comienza y recomienza siempre en el mismo punto, es que entiendes que son espirales, y que sólo se repite el viaje si no te molestas en encontrar la perspectiva.

Estaciones.

Estaciones.

Estaciones, que dividen el círculo en trocitos.

Pedazos que entendemos mejor, y les podemos poner nombre. Y así sabemos a qué atenernos aunque cada instante nuevo sea una sorpresa. Banpen Fugyo: esperar lo inesperado. Y dejarse sorprender.

No hay más que cerrar los ojos y oler el mundo cuando llueven las primeras gotas: irrepetibles aunque parecidas, las Estaciones no serán nunca las mismas.

Momentos.

Momentos.

Momentos, cada uno único y perfecto.

Se agolpan esperando suceder, unos duelen y con otros nos reímos. Acaban, y más rápido que un reyón, proclaman monarca al instante siguiente. Omedeto: En Hora Buena. Y también en las malas.

A veces está el error de dejar pasar uno pequeño pensando en el mayor, y se va, se pierde y no volvemos a encontrarlo. Se gastan los que no empleemos. ¡Atrápalos!

Círculos.

Círculos.

Círculos...

3 comentarios:

kyrah dijo...

Yo solía escribir sobre espirales...

Max Verdié dijo...

¿Y sobre qué escribes ahora?

Anónimo dijo...

Círculos, estaciones, momentos.

Atrapémoslos antes de que se nos escurran entre los dedos...

sigue ayudándome no sólo a atraparlos, sino a verlos (que sabes que debo entrenar mi habilidad de Sentir).

Me alegra que sea de este modo. Volvemos a aprender a caminar... y es algo necesario para cuando haga falta correr.

Un enorme abrazo (donde los brazos adoptan la forma de un círculo) de tu Kohai.